viernes, 16 de agosto de 2013

Roberto Cortázar

Venus (Número II) / Óleo y punta de plata sobre panel / 151 x 131 cm / 2012

Su casa es blanca, se viste de blanco y tiene dos pequeños perros raza bichon frise también blancos. Es este níveo amiente quirúrgico trabaja Roberto Cortázar. Es pintor precoz, nació en 1962 y estudió en La Esmeralda. Practica la esgrima y es lector de ensayo filosófico. Dice que nunca ve sus entrevistas, no hace autorretratos y pareciera que huye de su imagen en el espejo. De cualquier forma, cada pintura es él mismo, ese rostro masculino es suyo.

Venus (Número 2)

El desnudo se redimensiona y adquiere movimiento. El rostro no es estático, evoluciona. El color y la línea juegan a que nos confunden. Roberto Cortázar experimenta con un lienzo que no es plano, hace que se prolongue tridimensional, que se mueva con tres imágenes diferentes que comparten el mismo espacio pictórico. Esta búsqueda estética lo obliga a fragmentar la imagen para unirla de nuevo dentro de las fronteras del lienzo. Rompe y unifica. El movimiento hace que el espectador no pueda ver desde un solo ángulo a la pintura, hay que vivir este dinamismo con diferentes posiciones en relación al lienzo. El modelo se desdobla, como la personalidad humana. ¿Cuántas personas somos capaces de reunir dentro de nosotros mismos?

Periódico intervenido / Acrílico sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2013

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