lunes, 12 de diciembre de 2016

Carlos Larracilla

“El arte me salvó del infierno y después se convirtió en mi profesión”
El Sol / Óleo sobre tela / 132 x 132 cm / 2016

CARLOS LARRACILLA 
Por Avelina Lésper

Es autodidacta, el destino lo llevó a la pintura, al dibujo, el arte modificó su vida, fue una catarsis que le dio sentido. 

ARTE Y VIDA
Todas las vidas las modifica el arte, en el caso mi experiencia personal fue el balance que encontró mi cuerpo, la naturalidad con que se movió toda la maraña de problemas que tenía y la terapia vital fue dibujar. No había división, era lo mismo lo que estaba haciendo y lo que yo era a los 16 años. Ése era el momento donde escapaba del infierno en el que creía que estaba, cada mente puede crear su infierno, y a los 16 años estaba en el infierno y la manera que reguló mi cuerpo el peso de esto fue “ponte a dibujar”, es como si una voz me lo hubiera dicho, y lo que dibujaba era mi diario. 

ARTE Y SALVACIÓN
El arte me salvó del infierno y después se convirtió en mi profesión, en mi manera de vivir y en medicina, esto lo hago solo, enfrente del cuadro solamente estamos él y yo y no hay opinión que importe. Cuando lo termino es un brebaje, es un medicina que se va para el mundo, a lo mejor le sirve a uno o a dos, tres personas, no sé, como alguien que hace paraguas sirve para taparte el Sol o la lluvia, a eso me dedico; podrías decir chaman, científico, pintor, da igual, son palabras, la gente ve algo en lo que pinto y es lo que aporto al mundo, es la medicina que a mí me salvó, y la tiro al mundo.

LENGUAJE VITAL
Nunca me interesó representar las cosas tal como son, siempre fui muy simbólico, lleno de cosas que pudieran existir, de cosas absurdas. La pintura es otra realidad, es como la del sueño, cada cosa tiene su cadencia y para mí las cosas debían ser absurdas. Estaba muy alejado del mundo del arte, nunca había ido a una galería, lo que estaba haciendo era una terapia, un escape. Allí no tuve problemas, nunca estuve buscando un estilo, ni buscando si esto era esto o esta etiqueta, si va a tener el sello Larracilla, era simplemente lo que tenía que hacer en ese momento y lo hacía porque nadie salva a nadie.

EL SOL DE CARLOS
La pintura me separó de todos los maestros, me dejó como autodidacta de la vida, de todo. Lo que empecé a encontrar fue ese balance. Esta luz no brillaría sin esta oscuridad, yo no estaría vivo, tú no estarías viva, si muchos otros no se hubieran muerto. Todo está relacionado, todo es un balance y en eso la pintura te va llevando cada momento a vivir el presente, sin el discurso del pensamiento. Es como un ying yang, es el equilibrio entre la luz y la oscuridad; el Sol y el Universo cubriéndolo, y puse un balance, en este círculo, esto gris es la representación del vacío que cubre todo el Universo. Se puede describir de muchas formas, el Tao es algo que penetra todas las cosas, todas esas dualidades, las hace que funcionen, es lo que está presente en todo. Entonces la va a cuidar, es lo  que está abrazando al Universo y el Universo está abrazando al Sol y algunos de esos puntitos somos nosotros. Cuando nosotros estemos muertos, el Sol y la Luna seguirán brillando, y la Tierra girando. Nosotros somos los que estamos agradecidos porque nos están prestando este cuerpo y esta experiencia, todo esto es robado, todo es impermanente.

Sin título (Periódico intervenido) / Acrílico, óleo y tinta china sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




La sobrevivencia se abrió con la concentración del dibujo, empezó dibujando con bolígrafo, una experiencia completamente caligráfica, como si estuviera desahogándose, escribiendo un diario. La terrible realidad no fue un punto de partida, fue la irrealidad, el lenguaje simbólico el que abrió un escape y una salvación.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Diana Salazar

“El poder del arte es que no puedes engañarte a ti mismo”

Estación de la Luna Roja / Óleo y acrílico sobre tela / 133.5 x 133.5 cm / 2016

DIANA SALAZAR
Por Avelina Lésper

Su pintura contiene el silencio de la concentración que rompe con la rapidez de la modernidad.  

SER Y DAR
La pintura es una proyección mental directa, podríamos decir que es una radiografía de nuestro interior, objetualizada sobre un bastidor. Es un autorretrato y lo sabes leer, así como un médico sabe leer una radiografía, puedes perfectamente ver el interior de una persona, sí hay especulaciones, siempre hay un juego de espejos con los demás. Dar clases de pintura me sirve para identificarme más a mí misma, el estar en contacto con tantas manifestaciones o reflejos de los jóvenes me ayuda a tener más claro qué es lo que quiero. 

EL VERDADERO SER
Nadie puede hacer lo que otra persona, en el caso de la pintura, es un objeto visible en el cual no se puede engañar, por más que uno quiera decir “yo soy muy intelectual” o “yo soy muy espiritual” o “yo soy racional”, etcétera, al final la magia o el poder del arte es que no puedes engañarte a ti mismo. Sería como negarte, es una práctica en la que te estás corroborando, te estás reconociendo a cada momento, porque nunca terminamos de desarrollarnos, nuestra mente está cambiando en cada momento. 

SER Y ENTORNO
Me gusta mucho este fenómeno de la energía y la dinámica humana que se desarrolla en las grandes ciudades, pero por otro lado, busco estos momentos de aislamiento, de hacerse a un lado de lo vertiginoso y entrar en contemplación, absorción, abstracción. ¿Cómo te opones a esa energía, y evitas no meterte en el vórtice que te drene, que te diluya como individuo? haciéndote a un lado. En las escenas que pinto en metros, en estaciones de tránsito, en lugares comunes, muestro la capacidad que tiene la mente humana de cancelar todo ese ruido que está alrededor e ir hacia el interior, ya sea leyendo, estando en silencio, detener el vértigo y estar en un estado apacible, tranquilo, contemplativo. A partir de ahí nos conocemos, porque no nos vamos a conocer en el dinamismo. La pintura se sale de esta inconsciencia llena de distracciones y te obliga a concentrarte, si no aprendes a aquietar la mente, a silenciarla de todas las distracciones y no te concentras, no puedes pintar.

LA LUNA ROJA DE DIANA SALAZAR
La Luna roja es un fenómeno impresionante, pues no sabes si es el Sol o si es la Luna, busqué en esta indefinición salir de esa imagen mental que todos tenemos de la Luna. Está en un andén, en una escala que no tiene nada que ver con la chica, pero al mismo tiempo ella ni siquiera se da cuenta, está tan concentrada en su actividad, en su lectura, que puede tener el meteorito viniéndosele encima y no pasa nada. Hay muchas relaciones de cosas que me gustan, los viajes, para mí la vida es un viaje, la pintura es un viaje, no solamente los viajes físicos o externos me interesan, sobre todo los viajes internos. La vida artística es el viaje más importante que podía haber emprendido porque la espiritualidad está implícita en la práctica artística, no está separada, como nada en la vida está separado. Es una unidad, una totalidad que se establece en la práctica de la pintura, no te puedes separar, no puede estar tu cuerpo en un lugar y tu mente volando por la Luna. En el sentido del viaje, la pintura es un viaje hacia el interior.

Sin título (Periódico intervenido) / Collage y acrílico sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Ha entregado veinte años a enseñar y guiar a los jóvenes en la vida en el arte y en la pintura. Su educación espiritual, la meditación y la constante indagación de su ser son la técnica intangible de su obra. La distancia que establece entre su obra y la de sus alumnos es parte de su disciplina. 

viernes, 2 de diciembre de 2016

Murales Translúcidos en el INCan


El INCan se viste con arte en sus 70 años
Por Leticia Sánchez Medel

“Nunca antes en México se había comisionado una obra monumental sobre un soporte translúcido. Es la primera vez que se hace”, subrayó Avelina Lésper.

Dos murales translúcidos, los primeros que se diseñan en México para generar un ambiente favorable para la salud, fueron inaugurados en el lobby de la nueva torre de hospitalización del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), en el marco de su 70 aniversario.

Esta iniciativa de Avelina Lésper, directora de la Colección MILENIO Arte, es resultado de la colaboración del Grupo MILENIO y la compañía Epson, marca líder a nivel mundial en impresión e imagen digital.

Gracias al apoyo de Epson, las obras Paisaje Rizoma, de Arturo Buitrón, y Códice de vida, de Cristina Sandor, fueron reproducidas sobre vinil y colocadas en los vidrios de las instalaciones del hospital, creándose así dos salas de exhibición: una localizada en la recepción y sala de espera, y la otra en el enorme puente que conecta el edificio principal con la torre vieja de este centro médico.

“Nunca antes en México se había comisionado una obra monumental sobre un soporte translúcido. Es la primera vez que se hace”, subrayó Lésper.

En el acto inaugural, Abelardo Meneses, director general del Incan, recordó que este instituto, “orgullo de México”, fue creado en 1946, y, de acuerdo con sus estatutos, estaba destinado a los pacientes indigentes o económicamente débiles, y excepcionalmente para aquellas personas con mayores recursos. 

También agradeció a Avelina Lésper y a los artistas que, con sus obras, brindarán equilibrio y tranquilidad no solo a los pacientes sino a todos los que laboran en este hospital.

“En el primer nivel, las formas y los colores del Códice de vida se traducen en la recuperación; la gente que ha pasado por los consultorios, que sale de cirugía y que transita por este puente, que ahora está convertido en una sala que llevará el nombre del doctor Alejandro Mohar, encontrará este momento de reflexión”.

Alfredo Cantú, director del Patronato del Incan, a nombre del ingeniero Francisco González, presidente de ese órgano, dijo sentirse orgulloso de que con iniciativas como esta se le pueda dar una esperanza de vida a los pacientes en México.

En su intervención, Mauricio Doce, gerente de Mercadotecnia y Comunicación de Epson para México, indicó que cuando Avelina Lésper les presentó este proyecto inmediatamente se enamoraron de él, sobre todo por su sentido humano.

Por su parte, Arturo Buitrón anunció que, como una forma de apoyar al Incan, donará una obra en encáustica de tres metros, para un muro de la escalera del hospital. A su vez, Cristina Sandro donó las 40 obras pastel, acuarela y acrílico que hizo para ser digitalizadas e impresas en el puente del hospital, con la finalidad de que sean subastadas para obtener recursos para el Incan.

Atmósfera

Cuenta la crítica de arte Avelina Lésper que la primera vez que acudió a esta área del hospital estaba en obra negra, y que el doctor Alejandro Mohar, quien era el director del Incan, tenía la inquietud de que este edificio contara con alguna expresión artística.
“Estudiando el espacio, vi que no había forma de instalar alguna escultura, porque es un hospital con una tráfico muy intenso de personas. Pero era urgente generar una atmósfera de paz, que les dijera a las personas ‘estás entrando en búsqueda de tu salud’. Ya terminado el inmueble, descubrí los enormes ventanales, que son muy fríos, pero que se podrían servir para generar un ambiente de sanación y de paz”.

Para ello convocó a Cristina Sandor y Arturo Buitrón, artistas que han participado en la Colección MILENIO ARTE, quienes, desde su perspectiva, eran los idóneos para tal encomienda.

“Les mostré el proyecto y les pedí que hicieran obra que se pudiera imprimir en vinil y de esta forma se pudieran pegar en los vidrios, para crear unos enormes vitrales, unos murales translúcidos. Ellos desarrollaron sus obras, y tres años después están aquí, para el disfrute del personal y de los pacientes del Incan, como un espacio artístico dedicado a la salud”, concluyó.


 
 

Sala “Alejandro Mohar”
Obra: Códice de Vida
Autor: Cristina Sandor
Políptico en acuarela, acrílico y pastel sobre papel de algodón, reproducido en impresión digital del vinil colocado sobre vidrio / 2016
















Sala “Epson / Arte para la salud”
Paisaje Rizoma
Autor: Arturo Buitrón
Intervención digital efímera impresa en vinil, colocada sobre vidrio (inspirada en grabados de la serie Paisaje rizoma) / 2016

lunes, 28 de noviembre de 2016

Joaquin Flores

“Uno puede encontrar belleza en las formas de la catástrofe”

El ídolo y el dios / Óleo sobre lino / 130 x 130 cm  / 2016

JOAQUÍN FLORES
Por Antonio Nájera

Aprendió la lección de la modernidad, y sabe bien que “la belleza no es 
sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces
de soportar”.

AUTODIDACTA
Estudié en La Esmeralda. Ahí cursé la carrera pero, mi formación como pintor, creo que se la debo más a amigos que a la escuela propiamente. Lo que me dio La Esmeralda fue ponerme en contacto con la fotografía, y eso fue algo muy importante para mí. Porque una de las cosas que a mí me gusta mucho hacer es caminar. Tener la cámara en la mano me permitió documentar estos recorridos y, a partir de esos documentos fotográficos, empezar a trabajar mis composiciones.

LA PINTURA COMO MATERIA
Más que imagen, la pintura es materia. Hay una frase de Gilles Deleuze que me gusta mucho: la pintura es más que una superficie pero menos que un volumen. La fotografía es completamente una superficie lisa; mientras que la pintura no lo es. Ahora, si hablamos del proceso cognitivo que te lleva a hacer una fotografía, es completamente distinto al que te lleva a hacer una pintura. Por ejemplo, una fotografía es apretar un botón; hacer una pintura es estar un mes con el cuadro —y durante ese mes, durante esa convivencia, pasan muchas cosas.

LA ESTÉTICA DE LA ARIDEZ
A lo largo de mi vida siempre he vivido en la periferia de la ciudad. El borde de las ciudades siempre está cambiando. Es un lugar que está tanto en construcción como en destrucción. Es una cuestión que a mí se me hace muy poética.  Es como cuando abren un cerro para hacer una casa: dejan una cantidad de piedras, de tierra, que se vuelve como una orquesta de volúmenes y de texturas.  Y, sin embargo, también creo que es un lugar que habla mucho de lo que es nuestro país hoy en día. Nuestro país ya no son indígenas cargando alcatraces. Creo que nuestro país, hoy en día, es más un lugar como éste: son caminos de terracería, perros callejeros… Hay también algo de lo que habla Deleuze que es la catástrofe: estos polos que están entre lo sublime y lo terrible. Y yo creo que mucha de la pintura y del arte está entre estos dos polos. A lo mejor uno puede encontrar belleza justo en las formas de esta catástrofe.  

EL SOL DE JOAQUÍN FLORES
Yo viví ocho años en Tultitlan, uno de los municipios en la periferia del Estado de México. Para mí, es un lugar casi postapocalíptico. En las caminatas que alguna vez tuve ahí, una vez me encontré con esto: una especie de altar que hicieron con tierra y con escombros al que le pusieron la cruz. Para mí, este altar significaba el dios de Tultitlan: es el Cristo de Tultitlan. Y para esta pieza, yo quise retomar este aspecto de lo religioso: contraponer esta especie de altar postapocalíptico una vez que se acaba la civilización y la fe con la que desde la Antigüedad se han generado las religiones que son las fuerzas naturales. En primer plano tienes este altar y, en el ultimo, un Sol que se ve distante. Incluso la misma atmósfera no te habla de una presencia tan fuerte del Sol. Pero ahí está —y ese Sol siempre estará y será absoluto una vez que se haya acabado la civilización.  Somos perecederos y fácilmente olvidados, mientras que el Sol es algo que está ahí más allá de nuestro propio planeta. 

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Joaquín Flores nos regala su retrato del artista adolescente: pintura y fotografía, construcción y destrucción, lo sublime y lo terrible. El drama espiritual de un joven que, a través de la aridez de sus paisajes urbanos, emana la fecundidad de una obra que comienza a dar visos de pronta madurez.  

lunes, 21 de noviembre de 2016

Patricia Sanchez

“He llorado mientras pinto, es mi válvula de escape”

Soma (espejo de plata) / Óleo y hoja de plata falsa sobre lienzo / 133.5 x 133.5 cm / 2016

PATRICIA SANCHÉZ SAIFFE 
Por Avelina Lésper

Su conversación es un torrente de emociones, la pintura es un espejo donde se refleja, y se analiza. 

DUALIDAD Y PINTURA
Nada más en la pintura puedo realmente sacar a mi ser, tiendo a ir a los extremos, siento mucho y al mismo tiempo pienso mucho, no hay un punto medio. Hago muchísimos bocetos, desarrollo la obra en el papel; ya cuando estoy frente al lienzo, en la ejecución quiero que me hable de lo que estoy sintiendo, que se ahorca en el corazón, que quiere salir por la boca. Echo mano de la técnica y las emociones para que cada cuadro tenga un pedacito de alma. 

SENTIR LA PINTURA
He llorado mientras pinto, me he enojado, asustado, pintar es mi válvula de escape. En mis cuadernos donde boceteo también escribo, son mis diarios de vida, realmente ahí caen las lágrimas o me enojo y vuelvo a vivirlo, hay ocasiones en que está a flor de piel el tema que me motivó a pintar, y me trabo y no puedo. Hay un cuadro en especial, se llama El Escriba, pinté a mi papá porque viví enamorada de él, lo personifico en un escriba con una vela en la cabeza, es la luz creadora, sin embargo cuando estaba poniendo cera derretida en la cabeza, recibí la llamada de que mi papá le dio un derrame cerebral. No pude volverme a enfrentar con ese cuadro, lloraba y lloraba, viví una catarsis hasta que lo superé, lo terminé, me gustó y dije qué bueno, sigue vivo, sigue contando historias.

RETARSE CON LA PINTURA
Pinto para mí, no pinto para agradarle a nadie más, pinto para forzarme a mí misma a que cada cuadro sea a partir de cero. Tengo el conocimiento que se va sumando, se va adiestrando la mano, el ojo, sin embargo, pinto para estar satisfecha, para decir “pude subir otro escalón”. 
Tal vez solamente yo lo perciba y sepa que en cada cuadro me pongo un reto, porque cuando me dé por satisfecha y nada más esté pintando por tener una producción, en ese momento se terminó el por qué pinto. Mi ojo es muy crítico, puedo tardarme meses en un cuadro hasta que me gusta, lo dejo descansar y después lo retomo para verlo con ojos nuevos y se puede enriquecer con lo que fui aprendiendo en ese inter en el que estuvo dormido.

LA LUNA DE PATRICIA
Es de hoja de plata porque tiene capacidad de reflejar diferentes fases, va a cambiar con la luz. A esos movimientos cíclicos se le atribuye el elixir de la vida, porque crece, se llena, se va menguando, muere y vuelve a nacer. Nos ubica terrenales pero al mismo tiempo eternos. En los textos Vedas dice que la Luna es el recipiente del Soma, del que beben los dioses y los muertos que vuelven a comenzar un nuevo ciclo. Ella es el Soma y hay gotas en el brazo, también hay un tubo de ensayo con ese líquido y se traduce en todos los fluidos. Es frontal, sin embargo un poco ladeada porque está terminando de llenarse, es una Luna creciente, por eso hay unas gotas que están completando el círculo que está alrededor de ella. La Luna llena sólo es un momento, hay mucho tiempo decreciente, pero ese momento en donde se enfrenta directamente al Sol es cuando surge toda su luz, es una tez muy pálida. Tiene levantado el brazo izquierdo que es el lado femenino, está diciendo “no tengo nada que ocultar, me estoy mostrando como soy”. Mi energía indómita de mujer hizo lo que quiso.

Sin título (Periódico intervenido) / Acrílico, carbón y óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Autodidacta y perfeccionista, lleva una relación profundamente emocional con su pintura. Evoluciona con observación de cada detalle de la realidad y de su trabajo que sigue basando en prueba y error, y en la comunicación con otros pintores. Su gato es un asesor cotidiano de sus pinturas. 

lunes, 14 de noviembre de 2016

Jose Luis López Galván

“Es muy cruel dejar que las ideas se pierdan”

El fototropistas / Óleo sobre tela / 132.3 x 132.3 cm / 2016

JOSÉ LUIS LÓPEZ GALVÁN 
Por Avelina Lésper

Es un joven misántropo que estudia a Velázquez para interpretar su propia imaginación, y crear su lenguaje. 

LA SEDUCCIÓN
Cuando empecé a pintar estaba fascinado con Velázquez y luego estudié a otros artistas, a Goya, a Rembrandt, eran los que me gustaban porque cuando no te dedicas en específico al arte, cuando no estudiaste la carrera como artista, te lleva lo primero que te llama, lo que te gusta, no lo que tú crees que puede ser arte, y eso a mí me fascinó porque me preguntaba cómo logran esa magia, porque para mí es como un truco de magia, cómo me hace creer que en este plano, en este lienzo, hay algo tridimensional.  

MANIFESTAR LO INVISIBLE
Además de Velázquez, he buscado formas de expresar mi propio mundo, a veces hay cosas que imagino y siento que deberían existir, que no es justo que las deje ahí, que las mate, criaturas, formas, que digo “esto no lo he visto pero está aquí, quiero que exista”, entonces sí no lo pinto, siento que se muere. Cuando puedes hacer algo es muy cruel dejar que las ideas se pierdan. 

PINTAR LO ESENCIAL
Quiero representar el mundo real, pero la esencia de las cosas, no lo que damos a entender. Soy una persona que no sale mucho, y cuando salgo noto muchas cosas, puedo darme cuenta inmediatamente quién es hipócrita conmigo, por qué sonríe así, por qué se para así, por qué da dos pasos atrás cuando me acerco. Cosas así me llaman la atención, soy muy sensible, de hecho me cuesta mucho trabajo salir a la calle, creo que eso tiene que ver con la oscuridad que hay en mis pinturas, no soy alguien que conozca el exterior. 

URGENCIA DE PINTAR
Pensar en la pintura me mantiene sin dormir, siempre estoy pensando que tengo que seguir, cuándo haré esa obra, cuándo haré esa obra importante que sé que ahí está pero que va a morir mañana. Tengo poco tiempo, todos tenemos poco tiempo porque puedes morir hoy mismo y se acabó esto, es todo lo que hice y lo que está en los cuadernos que tengo allá pues tal vez ahí quede. Me preocupa que tengo prisa para hacer todo lo que estoy pensando y todo lo que quiero terminar. 

CUERPO 
Empecé con figura animal y fue lo que más hice desde que era niño, no dibujaba personas; dibujé personas hasta hace como 6 años, no me llamaba la atención, decía yo “habiendo tantos modelos de anatomía ¿por qué nos quedamos con el más aburrido?”. El de nosotros es el que vemos todo el tiempo, y terminé haciendo figura humana porque le agarré el gusto, entendí que la mano humana casi es un cuerpo completo, la cabeza expresa mucho, un solo ojo expresa demasiado, y me di cuenta del poder de eso. 

EL SOL DE JOSÉ LUIS  
Tiene algo de Velázquez y algo de lo que ahora trabajo mucho que es la deformación anatómica, que me tiene fascinado. Era perfecto para resumir al Sol porque es un círculo y de ahí no me salí. Hay un círculo que se crece constantemente y de ahí viene la composición principal, pero son dos, hay una composición radial en donde está el Sol y que escapa hacia fuera; al mismo tiempo hay otro tipo de composición en la que trato de equilibrar los pesos y agrego elementos. El brazo está arriba porque Marte está de este lado, es equilibrado como un reloj. Es algo que se está moviendo y representé al mismo Universo, primero al Sistema Solar y cortar, el lienzo está cortado, porque puede continuar porque el Universo es infinito. 

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Emigró de la carrera de diseño buscando la libertad de crear, manifestar las ideas que surgían de su imaginación. Estudio en el Instituto Cabañas pero es básicamente autodidacta que observa detenidamente a los grandes maestros. 

lunes, 7 de noviembre de 2016

Cristina Samsa

“Mi obra es una declaración de guerra en contra de la humanidad”

La Luna del Armagedón / Óleo, acrílico y alquídico sobre tela / 134.4 x 134.1 cm / 2016

CRISTINA SAMSA 
Por Avelina Lésper

En su estudio convive con la colección de insectos que le inspiran y habitan en su obra. 

INSECTO ES ESTÉTICA 
Me baso en ideas naturalistas, por ejemplo admiro mucho a Dru Drury, definitivamente retomé sus trabajos, llevo mucho tiempo estudiando a los insectos, su anatomía y me fui dando cuenta que me gustaba mucho más que pintar temas más clásicos como la figura humana o paisaje.  

INSECTO ES MIEDO
Definitivamente los insectos a la mayoría de las personas les provocan una fobia, una repulsión y precisamente eso es lo que busco que la gente vea en mis cuadros, que recuerde que los insectos son los que siempre han reinado en la Tierra. Ese miedo es natural, los insectos han sido nuestros enemigos ancestrales a lo largo de la Historia, los venenos que tienen o los virus o las bacterias que portan han causado más muertes que cualquier guerra o cualquier desastre natural. Busco en mi obra provocar ese miedo. 

INSECTO ES PERFECCIÓN
Todas las toxinas, todos los contaminantes que produce el ser humano nos hacen daño pero a los insectos los hacen cada vez más fuertes, si alguna vez tendríamos que sobrevivir a nuestra propia contaminación, sería precisamente fusionándonos con insectos. No es que yo quiera hacerlos bellos, es que son perfectos, son el culmen de la evolución, nos superan en todos los aspectos, en tecnología, son mucho más sabios que nosotros, pero principalmente a mí lo que me interesa es el aspecto estético. Creo que un insecto muerto, disecado es mil veces más majestuoso que cualquier humano vivo. Los insectos no entran en descomposición por su exoesqueleto, siguen siendo hermosos después de la muerte. 

INSECTO INTELIGENTE
Todos los días se descubren nuevas especies que mutan constantemente, se adaptan como decía Darwin. La superioridad de una especie no se mide por su inteligencia o por su fuerza, está en su capacidad de adaptabilidad. Los insectos se adaptan constantemente y todos los días se descubren especies distintas, definitivamente no creo que la inteligencia humana sea superior, la inteligencia pertenece a aquellas especies que viven en perfecta armonía, en perfecto equilibrio con las tres leyes de la ecología, el ser humano no posee esa característica, creo que su principal característica es la estupidez.

LA LUNA, EL INSECTO Y CRISTINA SAMSA
Es la Luna del Armagedón, me basé en un pasaje del Apocalipsis, cuando se rompa el Séptimo Sello, habrá un gran terremoto, el Sol se pondrá negro como si se hubiera vestido de luto y la Luna se tornará roja como la sangre. Creo que en un futuro los insectos gobernarán totalmente la Tierra, cuando hayamos acabado con ella, cuando la hayamos convertido en un desierto radioactivo, pues obviamente los insectos que pueden soportar cualquier radiación, cualquier toxina que los humanos generen. Los insectos se adaptarán y terminarán reinando sobre la Tierra. Me niego a pintar la figura humana, porque el ser humano es una peste que ha destruido el planeta, que diario extingue especies que a la selección natural le ha costado millones de años formar. En mi obra lo que busco es causar miedo en el corazón de la humanidad, mi obra es una declaración de guerra en contra de la humanidad.

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




A pesar de haber estudiado con distintos maestros se considera autodidacta, porque sola aprendió a pintar la anatomía de los insectos, su verdadera herencia está en los naturalistas, Joris Hoefnagel, Jan van Kessel, Eugène Alain Séguy. Vestida de negro, elegante como sus modelos, su tema, su obsesión. 


Avelina Lésper: Próxima conferencia

Avelina Lésper, directora de la Colección Milenio Arte impartirá conferencia dentro del Foro Internacional Aciertos y retos de la difusión cultural y extensión universitaria. 

Conversatorio debate “Qué hacemos con el arte”

Centro Vlady ubicado en Calle Goya 63, Insurgentes Mixcoac, 03920 Ciudad de México.

La cita es el día 17 de noviembre del 2016 a las 17 horas. 
Entrada Libre. 

lunes, 31 de octubre de 2016

Antonio Chaurand

“El sentido emocional de la luz es algo que siempre está conmigo”

Mi Sol / Óleo sobre tela / 133.8 x 133.8 cm / 2016

ANTONIO CHAURAND
Por Avelina Lésper

La anécdota de su pintura es la inasible presencia de la luz, es personaje, búsqueda, misterio. 

REALIDAD PICTÓRICA
En la escuela que tuve de pintura hay una búsqueda mediante el color y los campos de color. Hacer entender cualquier figura, fondo o tipo de luz solamente con el uso de los campos de color, esto poco a poco me fue obligando a abstraer y a incluir menos detalles, a decir más cosas con menos materia. Es un proceso, inicié relativamente más realista para aprender la técnica y para ir aprendiendo cómo lograr esta abstracción con menos elementos, más austero para que se vuelva más expresivo. Lograr expresar con una pincelada horizonte, luz y profundidad en vez de que con muchas es a lo que intento llegar. 

LUZ INTERIOR
No es un decisión consciente, es más bien una intuición, me resulta más interesante pintar la misma imagen pero con una luz distinta. El sentido emocional de la luz es algo que siempre está conmigo. También he hecho paisaje al natural, tengo una serie que hice con Miguel Ángel Garrido, nos salimos a pintar y es un ejercicio muy distinto convivir con el paisaje, estar bajo el Sol, incluso con la lluvia, con los moscos, con el calor que te quema el cuello, pero hay algo en el interior que me hace sentir más cómodo. Soy muy territorial, muy de mi espacio, y cualquier proceso pictórico es autobiográfico, proyectas inconscientemente tus traumas, frustraciones, gustos, tanto lo bueno como lo malo, supongo eso son mis interiores.

LUZ PICTÓRICA
Me voy por la luz y por la composición, a veces veo una foto y ni siquiera he revisado el contenido temático o lo que sea, pero sé que no la quiero, y a veces veo una y digo ésta y ni siquiera veo quién está ahí o qué está pasando y veo la luz, los contrastes, los colores, es lo primero que me atrapa para decidir pintarla o no.

CONTINUIDAD DE LA REALIDAD
Cada serie, incluso cada cuadro individualmente, funciona distinto desde el principio, no siempre abordo un cuadro de la misma manera, a veces hago un dibujo más detallado, a veces son sólo cuatro líneas que me indican dónde están las cosas y a partir de ahí empiezo a construir. Hay veces que he tenido bien claro lo que quiero en una serie, sobre ese tema en específico, de tantos cuadros o tantos tamaños. En ocasiones simplemente empiezo a pintar y luego me doy cuenta que esos cuadros juntos forman una serie, pero no tengo una metodología específica de cómo empiezo o cómo termino una serie. El mismo proceso me va indicando qué tanto debo hacer y qué tanto tengo que recortar.

EL SOL DE ANTONIO CHAURAND
No quise caer en un Sol muy predecible, en la playa o el jardín. Para empezar me gusta mucho pintar interiores donde está entrando una luz, porque la luz se vuelve un personaje. Mi intención fue que la luz del Sol fuera otro personaje ahí presente y que no fuera tan evidente que es un cuadro sobre el Sol. Me llamó la atención la intensidad del Sol entrando desde afuera y haciendo estos reflejos en los azulejos, en la orilla de la cabeza, en las máquinas, en todas las esquinitas. La calidez del bebé en el centro irradia luz como el Sol.

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Llegó a San Miguel de Allende para estudiar Artes Visuales en el Instituto Allende y se  enamoró de la tranquilidad del pueblo. El maestro que lo motivó hacia la pintura fue Guillermo Guerrero y después estudió con Miguel Ángel Garrido. En esta época tecnológica prefiere hacer la obra, construir su prensa para grabado, palpar los materiales. 

martes, 25 de octubre de 2016

Maricela de la Toba

“La pintura es una prolongación de la poesía”

Mi geografía / Óleo, acrílico y acuarela sobre tela / 134.5 x 134.5 cm / 2016

MARICELA DE LA TOBA
Por Avelina Lésper

En su taller escuela hay obras de sus distintas series, tan opuestas entre sí que parecen de distintos autores. 

EN OTRA PARTE
Creo que escribo y pinto a otras realidades, como escapando o evadiendo o creando un mundo diferente en el que estoy, no necesariamente que no me guste, pero diferente. A veces, por ejemplo, el novelista escribe para salirse de la realidad que no le gusta. Creo que busco en mis pinturas algo de paz, algo de tranquilidad y me gusta estar en ese espacio y el estudio es un espacio de paz cuando estoy trabajando.

CONSTANCIA
Soy una persona con mucha disciplina, tengo marcados mis horarios y a veces me molesta quebrar esa rutina, es como un todo. La musa me llega trabajando y me emociono cuando estoy mezclando colores porque es un laboratorio experimental, ¿cuál es el mejor cuadro? Creo que el último. No puedo decir que una técnica está completa y absolutamente terminada porque no es cierto, me he encontrado con cuadros que pinté hace un mes, hace medio año y veo ingenuidad o inmadurez en ciertos detalles, quizás éste lo vea en unos años y sienta exactamente lo mismo. Me dedico todo un mes a producir azules, porque he notado que es como el pianista, o como cuando escribo, pienso “fíjate que tengo ganas de decir todo esto y tengo unos temas borboteando aquí, en el pecho, y que los he anotado” y empiezo el primer poema y para el tercero o cuarto parece que ya van teniendo su propio movimiento. Así pasa con los cuadros. He dejado de pintar rojos o dejado de pintar azules mar y empiezo con uno, dos, tres y para el quinto cuadro ya los recuperé. 

EL ACCIDENTE ARTÍSTICO
Hay que tener una relación íntima con los materiales, yo me muevo con lo experimental, en qué sucede si mezclamos agua y aceite. Voy a la tienda de materiales y herramientas buscando algo con qué hacer una textura, un color que mezclar, y me dicen “bueno, ¿qué pinturas utiliza?” pues todas, todo para mí es un elemento para experimentar y regularmente trato de no leerles la etiqueta para hacer accidentes, es como cocinar sin receta, “es que no tengo romero, que tal si le pongo albahaca” y ahí sucede la magia, la descubres. Les he dicho a mis alumnos que la técnica es la acumulación de accidentes controlados. Me ha sucedido algo por accidente, agarro la estopa y tallo la pintura tratándola de remover o salvar lo que sucedió y me gustó el resultado, lo vuelvo a repetir y lo empiezo a controlar, a conocerlo de otra forma y no de la forma que te dicen “eso se usa así”. Comencé a pintar como todos, con el pincel y de repente algo no salió bien y lo tallé con las manos y me gustó sentir la textura y se me formó el hábito de estar trabajando con las manos, tengo que sentir el cuadro.

LA LUNA DE MARICELA
No sé qué fue primero la pintura o la poesía porque a veces siento que cuando pinto todavía me faltan muchas cosas que decir, procuro escribirles poemas a los cuadros. Creo que la pintura es más una prolongación de la poesía, y me siento más poeta. Quisiera dedicarme todo el tiempo con la misma dedicación que lo hago con la pintura. Soy lunática, es más, afecta a mis periodos menstruales, veo una Luna y voy junto con los ciclos lunares, el estado de ánimo tiene mucho que ver, escribo más en tiempos de frío, en tiempo de invierno, me gusta mucho estar en el frío. 

Sin título (Periódico intervenido) / Lápiz de color, acrílico y plumón de oro falso sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Es poeta, pintora, fanática de recorrer la carretera en su motocicleta, de energía incansable, su pintura contrasta con su agitado ritmo de vida.  Se apasiona al leer sus poemas, que conoce de memoria, los repite para protegerlos del olvido.