lunes, 25 de julio de 2016

Alfredo Nieto

“El arte es creación y es luz”
Sol ancestral / Óleo y temple sobre tela / 134.8 x 134.8 cm / 2016

ALFREDO NIETO
Por Avelina Lésper

Inmerso en la gran proporción tiene un taller para realizar murales, dibuja y pinta sobre andamios. 

PENSAR EL MURO
La obra de grandes dimensiones o mural se tiene que pensar de otra manera. Es muy importante saber manejar la geometría y pensar en proporciones muy grandes. La proporción del ser humano, nuestras extremidades no alcanzan para dibujar y para pintar en esos formatos. Hay que emplear herramientas, carrizos, palos para dibujar, escaleras, andamios, valerse de tantas herramientas como podamos. 

ABSTRACCIÓN MURAL
El muro pone a trabajar el pensamiento abstracto. No puede uno pensar con monitos, con formitas, como en un pequeño cuadro. Pensamos en formas que nada tienen que ver con una realidad, sino con un concepto de abstracción. Primero pensamos qué es lo que queremos hacer, muy grande, y poco a poco comenzamos a irlo hilvanando, de tal manera que logremos una composición armónica; que el color, que el discurso que queremos plasmar en ese mural sea lo que se necesita porque cada espacio requiere de algo específico. Cualquier tema se puede trabajar en un mural. Tiene mucho que ver con su entorno, la gente que lo va a ver es muy importante. Se piensa en los espacios que hay para ver. No es lo mismo un espacio de un hospital que un espacio de un centro comercial, de un deportivo por ejemplo. 

AUTORÍA DEL MURO
Es preparación del artista. Desde las épocas primitivas el hombre requería una decoración para su vivienda, pero lo más importante es desarrollar una obra personal. En el Renacimiento era una cuestión religiosa; el Movimiento Muralista era una cuestión política. El tema va superándose con el tiempo, y lo que va quedando es la estética, la belleza de la obra. La autoría usa todos los recursos: el dibujo, el color, la proporción, la geometría, la técnica en sí misma nos da elementos maravillosos. No es lo mismo pintar un buen fresco que pintar un acrílico; o un encausto como un temple. Quien se dedica al mural debe tener una visión perimetral de la obra, no tan específica, no yéndose a elementos decorativos, sino buscar que todo el discurso general de la obra se vaya amalgamando como un buen libro, sin que necesariamente tenga que ser discurso lineal.

EL SOL DE ALFREDO NIETO 
Quise hacer un Sol ancestral, porque en nuestra raíz el tejido del petate era punto de partida para muchas cosas, en él se enterraba a la gente, en él nacía la gente, se daba luz al antiguo mexicano y el arte primitivo. Es un tejido que es tradición, es técnica, futuro, presente, el arte de nuestros ancestros tiene una proyección mágica. Está Tláloc porque guarda una relación muy estrecha con el mundo productivo, porque era la lluvia, era de las deidades más importantes. El personaje central está connotado con esa magia que es crear el fuego, la luz y el todo. El arte es creación y es luz. El mundo prehispánico estaba lleno de luz y el sol es luz. La proyección del Universo que es muy importante. Nosotros ya no vemos el Universo, ya no vemos las estrellas, ya no vemos la magia que sucede cuando se mete el Sol y sale la Luna. Es un mundo fascinante, es el elemento que respalda al individuo, al ser humano.

Sin título (Periódico intervenido) / Carbón y acrílico sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016



Maestro muralista, especializado en fresco, colaborador de Luis Nishizawa en varios murales, imparte en la Facultad de Artes de la UNAM las clases de pintura mural y materiales. Su vocación lo ha llevado a escribir un manual completo de técnicas que resume todo su conocimiento.

lunes, 18 de julio de 2016

Paola Celada

“Desesperada por expresar el dolor que estaba sintiendo nació el collage”
Mientras viva / Grafito y mariposas sobre creta y madera / 143 x 142 cm / 2016

PAOLA CELADA
Por Avelina Lésper

Colecciona niñas misteriosas, insectos, perlas, muñecas rotas que le invitan a crear un mundo intemporal y sensorial. 

ENCONTRAR EL BARROQUISMO 
Me viene desde chica, cuando murió mi abuela fuimos a su casa a limpiarla, yo tenía catorce años, y había un cuarto que tenía un tocador, vestidos, había rosarios de Roma, vestidos pintados a mano, abrías puertitas, cajones, todo lleno de cosas que a mí me parecieron fascinantes. En eso llegó mi mamá y me preguntó “¿Qué haces aquí?”, porque ahí no podíamos entrar, y dije “no sé, estaba aburrida y entré”, y me dijo “¡ah!, pues agarra lo que quieras”, y dije: “yo quiero todo”.  Tenía mi cuarto de pintura ya desde esa edad y me llevé lo que quise.  

BUSCAR EL OBJETO Y EL LENGUAJE
Un día un amigo estaba pasando por un momento muy difícil, me desesperé y entré al cuarto de pintura, y yo quería pintar, dibujo muy rápido pero pinto muy lento y ya quería expresar lo que sentía y no podía. Como tenía todas esas cosas de mi abuela y de mi mamá, empecé a imaginar y empecé a coser, a poner y apegar, y así desesperada por expresar el dolor que estaba sintiendo por mi amigo nació el collage, entonces ahí dije sí necesito papeles de este color, telas y de repente ya fueron insectos, perlas… Me expresa diferente una tela, que es una textura, a una concha, que es otra y que es diferente emoción lo que te da; busco esas texturas, colores, tamaños, nunca planeo la obra, ni lo que voy a hacer, siempre va saliendo lo que voy sintiendo.      

ESTAR EN LA MIRADA INFANTIL
Es algo que tengo dentro. Las fotos que veo de mí, de niña chiquita, las de mi mamá y de su hermana, me encanta dibujarlas, son miradas como las antiguas. La mirada de una niña es misteriosa, sobre todo las antiguas, y no porque yo diga que la niña está triste o que está traumada esa niña debe ser mi modelo. Me gusta esa mirada de las niñas. Siento que transmiten sentimientos que no los pueden decir, las niñas no saben expresarse tanto con las palabras, y con la mirada me dicen todo. Invito a modelar a las niñas nuevas de ahora, me hacen caras y gestos locos, pero cuando las hago, el gesto que hizo chistoso queda como macabro, no sé cómo decirlo, me queda misterioso.

LA LUNA DE PAOLA CELADA
La dureza del material de la creta es todo lo que resiste la Luna por nosotros, igual la mujer por los suyos; y quise que tuviera demasiada luz como es la Luna. El círculo es la imagen de la Luna, dentro es el orden y afuera está el desorden, porque la Luna es la que nos mantiene vivos. El elemento del collar, que es duro, es de fierro que se le está encajando en el cuello y ella está soportando, es lo mismo que soporta la mujer. A través de la Historia la mujer ha soportado mucho y hoy en día igualmente. La Luna por eso tiene cráteres, porque ha soportado golpes, y está en constante movimiento, cuidándonos a nosotros. Puse naturaleza y ella está acogiendo la naturaleza y protegiéndola adentro de ella, afuera ya no. Afuera ya está todo caótico. Está el pájaro, las flores, puse todo en su corazón. La fragilidad del aura son los encajes y telitas delgaditas como la feminidad y la delicadeza, nadie le da importancia, pero es realmente importante la delicadeza de ser así.

Sin título (Periódico intervenido) / Carbón, óleo, plumón de oro falso y collage sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016



No jugaba con muñecas, jugaba a pintar en las paredes, la alfombra, su ropa, más tarde estudió para trabajar pero regresó a la pintura. Ha tomado cursos de joyería, escultura, materiales que se trasladan a sus pinturas y dibujos en collages tridimensionales habitados por historias. 

lunes, 11 de julio de 2016

Philip Bragar

“Pintar es no tener miedo de sentir, de sentir y ver”

Conversando / Acrílico sobre tela / 133 x 133 cm / 2016

PHILIP BRAGAR
Por Avelina Lésper

Su gran argumento pictórico es la emoción sincera para pintar, su vida es la obstinación de sentir. 

VER Y PINTAR
El primer maestro de dibujo que tuve fue Kimon Nicolaides, que fue un gran maestro. Supo muy bien cómo guiar a una persona para pintar, dibujar. Mucha gente tiene miedo de dibujar o pintar, pero todo está en la mente porque cualquier persona que está bien guiada por un maestro puede hacerlo. No es problema, nuestra mente cuando pintamos lo hace naturalmente. No pensar tanto, pintar de corazón. Es una combinación de mente, de mano y también de ojo. Uno debe aprender a ver mucha gente. La mayoría de gente ni sabe que tiene dos ojos, ni sabe ver. Dibujando modelos, dibujando gente, dibujando cualquier cosa, siempre hay algo que dibujar. Mucha gente dice “yo no sé qué dibujar”, eso es porque están encerrados en su mente, necesitan ayuda, algún empujón, un poco para enseñarlos cómo ver.

SENTIR Y PINTAR
Al pintar uno no debe pensar mucho al principio. Dibujar esto, dibujar todo, concentrando, lo importante es la concentración. Cuando estás dibujando no debes pensar lo que hiciste anoche. Todo se ve y se dibuja sin ver el papel. Sintiendo adentro y aquí, en la mano. Sin pensar mucho, aprendiendo a ver usando los dos ojos. Dibujar siempre viendo al modelo. Después de como cincuenta dibujos, siempre viendo la modelo, algo bueno va a salir. Eso sin duda. 

HACER AL PINTOR
La escuela está bien, es muy buena, pero no es la escuela o la obra que hace al pintor. Es el pintor mismo, en su mente, en su corazón, en sus ojos, dibujando, siempre observando sin pensar mucho o sin pensar, sólo dibujar, dibujar y dibujar. A veces en la escuela yo dibujé desde las 9 de la mañana hasta 9 de la noche, continuamente y cada dibujo era diferente, pero seguí dibujando.


COLOR
Mi obra significa color. El color ayuda a la obra para ser más completa. No es necesario el color para hacer una pintura muy buena. Negro y blanco son suficientes, pero si uso color, está bien porque puede dar más volumen a la pintura.

ROSTROS
Me gusta pintar gente y cada cara es diferente. No hay ninguna cara ni ninguna persona igual a otra. Puedo dibujar o pintar cualquier cosa. En la pared puedo pintar a nuestro amigo bailando, o puedo pintar cualquier cosa, pero yo prefiero pintar gente. 

EL SOL DE PHILIP BRAGAR
Estaba yo en el vacío, puro plano. Entonces, sin pensarlo, tomé la pintura y empecé a pintar. He visto mucha gente que tiene miedo de pintar. Conocí una persona que estaba así y no se pudo mover, ni pensar por tanto miedo. No era sólo tener miedo, la pintura no lo va a morder a uno. Uno empieza a pintar y dice que quiere ir a una parte y de esa parte quiere ir a otra, y otra a otra, hasta que uno siente que la pintura está terminada, pero uno puede sentir que está terminada y mañana ves que necesita más. Por ejemplo, ahora yo siento que quiero poner algo aquí en este lado verde, entonces puedo hacerlo. Al pintar todo es no tener miedo de sentir, de sentir y ver. Mucha gente tiene miedo de ver y pensar, de sentir y más de lo que están haciendo.

Sin título (Periódico intervenido) / Acrílico sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Cruzó la frontera con Texas y viajó montado en un caballo por México hasta Guatemala. Se enamoró de Acapulco y Puerto Escondido huyendo de la Segunda Guerra Mundial porque no quería matar a gente joven como él. Dice que eso fue hace más o menos 50 años, aquí se quedó, aquí pintó y el día de la entrevista cumplió 91 años. 

lunes, 4 de julio de 2016

Manuela Generali

“Es el privilegio de ser pintora, que puedo cambiar todo el tiempo”

Claro de Luna / Óleo sobre tela / 134 x 134 cm / 2016

MANUELA GENERALI
Por Avelina Lésper

Viajamos en los barcos que navegan en su pintura, su memoria y que llegan a ciudades, paisajes, rostros.  

INSTINTO DE CALLAR
No me gusta ser obvia, no me gusta que la pintura diga demasiadas cosas, busco la interpretación de quien ve el cuadro y además que sea esencial, que no sea tan cargado, entonces eso me acerca un poco más al abstracto de alguna manera. Estoy en medio de un puente, de un lado están los abstractos y del otro los hiperrealistas, siempre me ha gustado mezclar las cosas, que no sea todo obvio y eso me da cierta libertad con la figura. Me interesa más esta mezcla, no tan definitiva y no tan hiperrealista. 

DECIDIR SENTIR LA OBRA
Ésa es una decisión personal, porque puedo ser racional y hacer una obra racional pero también puedo hacer lo otro. No es que esté en contra del arte contemporáneo que es más racional y más pensado, pero lo emocional me interesa, no me gusta cuando tienes que leer un texto enorme para gozar algo, tendría que ser inmediato. Tengo esas dos vertientes que siento que ahí está donde pinto, una que me viene de la intuición y la otra que está más reflexionada y más complicada de hacer en la que no me ayuda la intuición.

PINTAR BARCOS
Llegué a América en un barco, como los inmigrantes de 1900 o de 1800. Era un barco de madera bellísimo y después de veintiocho días llegamos a Buenos Aires, saliendo de Nápoles. La emoción de cruzar este océano gigante, la incertidumbre que causa estar en medio del mar tan poderoso, que no puedes decidir nada. Al mismo tiempo ves ballenas, tormentas, todo eso tan grande del mar y la naturaleza, claramente ese viaje en barco se me quedó adentro. Nací en una ciudad donde hay un lago grande, hay muchos barcos, el agua, los barcos, los he tenido siempre en mi vida. Después me parece que es el viaje de la vida, son los cambios, te quedas en un lugar, te vuelves a ir, es el viaje que implica vivir. He vivido en muchos lugares, he cambiado mucho, no he regresado casi nunca al lugar de donde salgo. Hay soledad en este barco gigantesco en el medio del mar, es un poco la vida de cada uno, que aunque estés con gente estás haciendo un camino solitario.

EL VIAJE DEL ARTE
No sabes a dónde vas a llegar y hay siempre una posibilidad de cambio, yo necesito eso, me encanta el cambio, me encanta ver crecer las plantas, los niños, ver transformarse las cosas, no me quedo siempre en lo mismo. Es el privilegio de ser pintora, que puedo cambiar todo el tiempo. Hay gente que pinta el mismo cuadro toda la vida, no digo que está mal, es una necesidad que tienen y yo tengo la otra, la posibilidad de cambiar, siempre hay un cuadro que quiero hacer, nunca estoy satisfecha del todo, siempre hay otro cuadro que es una promesa de algo mejor. 

LA LUNA DE MANUELA GENERALI
La Luna es femenina; el Sol, masculino, y me vino el Claro de Luna, la música y de ahí vi a la Luna en medio del mar y el barco que va suave. No sé si es algo femenino o masculino pero tengo una atracción por la noche, por la luz, por los reflejos blancos de la Luna. Nunca había pintado barcos azules o blancos, es la Luna que tiene un lado oscuro, la ves y es la luz pero no ves lo de atrás. En el tarot la Luna es algo ambiguo, no es el Sol que es la energía, la Luna es diferente, mucho más femenina, es un misterio. 

Sin título (Periódico intervenido) / Acrílico y carbón sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016



El trayecto de la vida la trajo a México en 1978, nació en Suiza y ha vivido y creado en varios países. La geografía influye en su obra, aquí encontró el color, que se suma a su pintura en una biografía visual y emocional. Sabe dejar y seguir adelante, es viajera del arte y la vida.