lunes, 22 de agosto de 2016

Pedro Friedeberg

“A los artistas que les corten las manos, la lengua y que les pongan dos ojos extra para que vean cómo son las cosas”

El desayuno de Galileo / Acrílico y lápiz sobre tabla (ensamble) / 130 x 130 cm / 2016

PEDRO FRIEDEBERG
Por Avelina Lésper

Vive como el Rey Sol, preso en su castillo, rodeado de objetos, con un jaguar que come tarántulas azucaradas.

¿No habrá demasiados artistas?
Lo que no hay son clientes. Hay un cliente para cada cien artistas. Por eso está la idea de que un artista debe morirse de hambre.

¿De qué se debe morir un artista?
De sobrecreación. De sublimidad: de éxtasis.

¿No serían mejores si los encerramos en una jaula y no les damos de comer?
Ay, qué cruel. ¿Por qué no darles de comer? Mejor engordarlos hasta que exploten. Eso se llama obra de arte conceptual: artistas sobrealimentados. Como Diego Rivera pero diez veces más panzones.

Es que a veces el arte es muy aburrido. 
Posiblemente. Sólo en parte. Es que ya no hay arte, entonces tampoco es aburrido.

¿Cree que pueda haber arte?
Tiene que hundirse todo el mundo antes de que vuelva a haber arte.

¿Usted se imagina el cuadro y éste se pinta solo?
No lo he intentado porque me faltan dos años para cumplir los cien. Cuando tenga cien ya.

Usted me está mintiendo. Usted tiene quinientos años.
Sí, pero me veo más joven, como de doscientos.

Porque se alimenta de cátsup o sangre, pero de quinientos no se ve.
No, yo estuve con Copérnico en el año de 1483.

Entonces tiene más de quinientos.
Tengo casi seiscientos.

¿Los artistas serán payasos?
Unos son muy serios, otros son muy payasos, otros son semipayasos, otros sacerdotes, otros cleptómanos, otros son cocodrilos, otros son serpientes, otros ángeles.

¿Usted cuál es?
Yo soy pastel de chocolate.

¿Hay muchas cucarachas en el arte?
Muchísimas. Sólo hay cucarachas.

Desde cuándo solo ve cucarachas.
Desde 400 mil antes de Cristo.

¿Cuándo estaba con Copérnico comían ratas o cucarachas?
Comíamos muy bien. Comíamos comida polaca y vivíamos en Cracovia, y en la noche veíamos las estrellas, la Luna y los fuegos de artificio. 

Maestro ¿cómo le hizo para huir de la hoguera? Cuando llegaron los católicos los persiguieron a todos ustedes para quemarlos por brujos, y usted se escapó.
A Galileo, por ejemplo, lo metieron al bote por 24 horas. Él fue quien dijo que el Sol no daba vuelta a la Tierra, sino que la Tierra daba vuelta al Sol. En sus tiempos era una herejía.

Todavía lo es.
No existen ni Sol ni Tierra. Son sólo mitos.

Sin título (Periódico intervenido) / Acrílico sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016


Maestro descríbame todos esos retratos. Porque usted se hizo un autorretrato: usted es el Sol. 
Son interpretaciones abstractas. No son retratos.

Usted no existe. Es abstracto. ¿Qué más hay?
Hay unos soles más idóneos que otros, que se acercan más a los retratos. Como éste que tiene dos elefantes en lugar de dos ojos; éste que tiene dos serpientes en lugar de dos ojos también.

Maestro ¿es cierto que a usted lo parió una serpiente o un elefante como a Buda?
Es un secreto.

Entonces nació de un huevo.
No recuerdo… como Dalí, él también nació de un huevo.

No. Dalí es hijo de Gala. Mentía como usted.
No, él está fotografiado adentro de un huevo.

Ya sé, entonces si usted es como Dalí nació de una langosta.
Una langosta en el Golfo de México.

Lo iban a hacer con mayonesa y se escapó.
Mayonesa… qué asco. Es una herejía la mayonesa también, es lo que debieron haber quemado en vez de a Savonarola.

Savonarola merecía morir dentro de un barril lleno de mayonesa. 
Pues… así murió precisamente. En la hoguera.

Maestro, a mí me gustaría llevar a la hoguera a muchos artistas.
No se lo merecen.

Es verdad, es una muerte sublime.
Mejor que les corten las manos, la lengua y que les pongan dos ojos extra para que vean cómo son las cosas. Que los encierren siete años en el Louvre, para que aprendan lo que es el arte.



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