lunes, 31 de octubre de 2016

Antonio Chaurand

“El sentido emocional de la luz es algo que siempre está conmigo”

Mi Sol / Óleo sobre tela / 133.8 x 133.8 cm / 2016

ANTONIO CHAURAND
Por Avelina Lésper

La anécdota de su pintura es la inasible presencia de la luz, es personaje, búsqueda, misterio. 

REALIDAD PICTÓRICA
En la escuela que tuve de pintura hay una búsqueda mediante el color y los campos de color. Hacer entender cualquier figura, fondo o tipo de luz solamente con el uso de los campos de color, esto poco a poco me fue obligando a abstraer y a incluir menos detalles, a decir más cosas con menos materia. Es un proceso, inicié relativamente más realista para aprender la técnica y para ir aprendiendo cómo lograr esta abstracción con menos elementos, más austero para que se vuelva más expresivo. Lograr expresar con una pincelada horizonte, luz y profundidad en vez de que con muchas es a lo que intento llegar. 

LUZ INTERIOR
No es un decisión consciente, es más bien una intuición, me resulta más interesante pintar la misma imagen pero con una luz distinta. El sentido emocional de la luz es algo que siempre está conmigo. También he hecho paisaje al natural, tengo una serie que hice con Miguel Ángel Garrido, nos salimos a pintar y es un ejercicio muy distinto convivir con el paisaje, estar bajo el Sol, incluso con la lluvia, con los moscos, con el calor que te quema el cuello, pero hay algo en el interior que me hace sentir más cómodo. Soy muy territorial, muy de mi espacio, y cualquier proceso pictórico es autobiográfico, proyectas inconscientemente tus traumas, frustraciones, gustos, tanto lo bueno como lo malo, supongo eso son mis interiores.

LUZ PICTÓRICA
Me voy por la luz y por la composición, a veces veo una foto y ni siquiera he revisado el contenido temático o lo que sea, pero sé que no la quiero, y a veces veo una y digo ésta y ni siquiera veo quién está ahí o qué está pasando y veo la luz, los contrastes, los colores, es lo primero que me atrapa para decidir pintarla o no.

CONTINUIDAD DE LA REALIDAD
Cada serie, incluso cada cuadro individualmente, funciona distinto desde el principio, no siempre abordo un cuadro de la misma manera, a veces hago un dibujo más detallado, a veces son sólo cuatro líneas que me indican dónde están las cosas y a partir de ahí empiezo a construir. Hay veces que he tenido bien claro lo que quiero en una serie, sobre ese tema en específico, de tantos cuadros o tantos tamaños. En ocasiones simplemente empiezo a pintar y luego me doy cuenta que esos cuadros juntos forman una serie, pero no tengo una metodología específica de cómo empiezo o cómo termino una serie. El mismo proceso me va indicando qué tanto debo hacer y qué tanto tengo que recortar.

EL SOL DE ANTONIO CHAURAND
No quise caer en un Sol muy predecible, en la playa o el jardín. Para empezar me gusta mucho pintar interiores donde está entrando una luz, porque la luz se vuelve un personaje. Mi intención fue que la luz del Sol fuera otro personaje ahí presente y que no fuera tan evidente que es un cuadro sobre el Sol. Me llamó la atención la intensidad del Sol entrando desde afuera y haciendo estos reflejos en los azulejos, en la orilla de la cabeza, en las máquinas, en todas las esquinitas. La calidez del bebé en el centro irradia luz como el Sol.

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Llegó a San Miguel de Allende para estudiar Artes Visuales en el Instituto Allende y se  enamoró de la tranquilidad del pueblo. El maestro que lo motivó hacia la pintura fue Guillermo Guerrero y después estudió con Miguel Ángel Garrido. En esta época tecnológica prefiere hacer la obra, construir su prensa para grabado, palpar los materiales. 

martes, 25 de octubre de 2016

Maricela de la Toba

“La pintura es una prolongación de la poesía”

Mi geografía / Óleo, acrílico y acuarela sobre tela / 134.5 x 134.5 cm / 2016

MARICELA DE LA TOBA
Por Avelina Lésper

En su taller escuela hay obras de sus distintas series, tan opuestas entre sí que parecen de distintos autores. 

EN OTRA PARTE
Creo que escribo y pinto a otras realidades, como escapando o evadiendo o creando un mundo diferente en el que estoy, no necesariamente que no me guste, pero diferente. A veces, por ejemplo, el novelista escribe para salirse de la realidad que no le gusta. Creo que busco en mis pinturas algo de paz, algo de tranquilidad y me gusta estar en ese espacio y el estudio es un espacio de paz cuando estoy trabajando.

CONSTANCIA
Soy una persona con mucha disciplina, tengo marcados mis horarios y a veces me molesta quebrar esa rutina, es como un todo. La musa me llega trabajando y me emociono cuando estoy mezclando colores porque es un laboratorio experimental, ¿cuál es el mejor cuadro? Creo que el último. No puedo decir que una técnica está completa y absolutamente terminada porque no es cierto, me he encontrado con cuadros que pinté hace un mes, hace medio año y veo ingenuidad o inmadurez en ciertos detalles, quizás éste lo vea en unos años y sienta exactamente lo mismo. Me dedico todo un mes a producir azules, porque he notado que es como el pianista, o como cuando escribo, pienso “fíjate que tengo ganas de decir todo esto y tengo unos temas borboteando aquí, en el pecho, y que los he anotado” y empiezo el primer poema y para el tercero o cuarto parece que ya van teniendo su propio movimiento. Así pasa con los cuadros. He dejado de pintar rojos o dejado de pintar azules mar y empiezo con uno, dos, tres y para el quinto cuadro ya los recuperé. 

EL ACCIDENTE ARTÍSTICO
Hay que tener una relación íntima con los materiales, yo me muevo con lo experimental, en qué sucede si mezclamos agua y aceite. Voy a la tienda de materiales y herramientas buscando algo con qué hacer una textura, un color que mezclar, y me dicen “bueno, ¿qué pinturas utiliza?” pues todas, todo para mí es un elemento para experimentar y regularmente trato de no leerles la etiqueta para hacer accidentes, es como cocinar sin receta, “es que no tengo romero, que tal si le pongo albahaca” y ahí sucede la magia, la descubres. Les he dicho a mis alumnos que la técnica es la acumulación de accidentes controlados. Me ha sucedido algo por accidente, agarro la estopa y tallo la pintura tratándola de remover o salvar lo que sucedió y me gustó el resultado, lo vuelvo a repetir y lo empiezo a controlar, a conocerlo de otra forma y no de la forma que te dicen “eso se usa así”. Comencé a pintar como todos, con el pincel y de repente algo no salió bien y lo tallé con las manos y me gustó sentir la textura y se me formó el hábito de estar trabajando con las manos, tengo que sentir el cuadro.

LA LUNA DE MARICELA
No sé qué fue primero la pintura o la poesía porque a veces siento que cuando pinto todavía me faltan muchas cosas que decir, procuro escribirles poemas a los cuadros. Creo que la pintura es más una prolongación de la poesía, y me siento más poeta. Quisiera dedicarme todo el tiempo con la misma dedicación que lo hago con la pintura. Soy lunática, es más, afecta a mis periodos menstruales, veo una Luna y voy junto con los ciclos lunares, el estado de ánimo tiene mucho que ver, escribo más en tiempos de frío, en tiempo de invierno, me gusta mucho estar en el frío. 

Sin título (Periódico intervenido) / Lápiz de color, acrílico y plumón de oro falso sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Es poeta, pintora, fanática de recorrer la carretera en su motocicleta, de energía incansable, su pintura contrasta con su agitado ritmo de vida.  Se apasiona al leer sus poemas, que conoce de memoria, los repite para protegerlos del olvido. 


lunes, 17 de octubre de 2016

Román Miranda

“El espacio vacío es una carga, es simbólico”

Ocaso / Grafito, carbón y linografía sobre tela / 134.2 x 134.2 cm / 2016

ROMÁN MIRANDA 
Por Avelina Lésper

Sus dibujos son concentraciones complejas suspendidas en medio de un limbo, sin referencias espaciales o temporales. 

LA SOLEDAD DEL DIBUJO
La atracción por el dibujo es nata, siempre me han llamado la atención los materiales, el trabajo del grafito, carbón y los soportes, papel, en tabla o en tela. En ciertos trabajos pictóricos el color llega a ser un distractor, creo que es mucho más contundente el mensaje sin este distractor, tratar de que el mensaje sea más directo. Trabajo el color en mis dibujos, pero es un apoyo, el color nunca ha sido el principal protagonista de mis piezas, sino siempre la figura, la línea. Admiro el trabajo de muchos artistas, pero encuentro más atracción en sus piezas preparatorias, en el proceso más que en la pieza final. Llega un momento en el que hay más que decir en esa pieza inconclusa, cuando todavía no está el color, creo que son mensajes y piezas mucho más contundentes. El color termina por distraer y a veces vuelve floja una pieza.

INICIAR UN DIBUJO
Son decisiones muy viscerales y después llega el análisis, sobre todo hablando de la construcción de series. En un principio me  dejo llevar por muchas de mis imágenes, sobre todo cuando es figura humana, es mi familia, gente que está cercana. Los objetos que están a mi alrededor, muchas veces hago naturalezas muertas con cosas del mismo mercado, resaltar esas cosas que están en nuestra cotidianidad que dejamos pasar, hacer este alto, ponerles atención. Me interesa crear algo a partir de eso que es el día a día y que son cosas que me construyen, con las que estoy viviendo a diario. 

EL LIMBO DEL DIBUJO
En el dibujo tiene tanta importancia el fondo como el trazo, ese equilibrio tanto de la figura como el espacio en donde está habitando esa figura. Es dejar una libre interpretación, a mí no me preocupa dictar “en esta pieza tú lo que tienes que ver es determinada idea o concepto”. En ese sentido por cuestión de composición, principalmente en la figura y su relación con el espacio, y por otro lado dejar este aire y este espacio para que el espectador pueda dar diversas interpretaciones. Principalmente la fuerza que ejerce el espacio vacío sobre la figura, sobre todo en la figura humana, llega un momento en que se vuelve peso ese espacio vacío, ese aire, el papel en blanco, todo eso se vuelve una carga, se vuelve simbólico. No es que no quiera dibujar algo ahí sino que es una cuestión simbólica, ese espacio en blanco es una carga. 

El SOL DE ROMÁN MIRANDA
Lo primero que se me vino a la mente fue la muerte del Sol y de los hombres y de ahí no pude salir, traté de cambiar de idea, de buscar otros temas. El caos, todo lo que estamos viviendo, es una figura masculina, no está del todo muerta, está en sus últimos momentos. En el manejo de la figura, a pesar de que estamos hablando de una figura masculina totalmente identificable, hay una representación de algo más, esta composición piramidal es de una montaña, es jugar con simbolismos, que se vuelva una especie de paisaje, de ocaso. Hay una leyenda, creo que mixteca, del flechador del Sol, que estaban buscando expandir su territorio, encontraron tierras nuevas y el único que parecía ser el dueño de esas tierras era el Sol. El mejor de los guerreros comenzó a tirar flechas al Sol, era ya la tarde, el cielo se empezó a teñir de rojo y creyeron que lo habían derrotado, son los últimos momentos del Sol. 

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo, carbón y grafito sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Trabaja y vive en la ciudad de Querétaro donde da clases. Al terminar la preparatoria se fue a vivir a San Miguel de Allende para estudiar grabado y dibujo con modelo, en ese momento pensaba que iba a dedicarse al grabado pero fue el dibujo puro el que construyó su obra y su lenguaje. 

lunes, 10 de octubre de 2016

Luisa de Noriega

“La pintura figurativa es la prosa y la pintura abstracta es la poesía” 

La Luna, una mirada / Óleo sobre lino / 132 x 132.5 cm / 2016

LUISA DE NORIEGA 
Por Avelina Lésper

El color es el caleidoscopio emocional y sensorial que guía su obra pictórica. 

COMUNICAR ABSTRACCIÓN
Con el abstracto se comunican más sentimientos, se comunican más atmósferas, finalmente son cuestiones muy abstractas y difíciles de describir con imágenes. Lo comparo un poco con la literatura, siento que la pintura figurativa es la prosa y la pintura abstracta es la poesía, es algo que no es tan tangible pero que de alguna manera, a través de otro lenguaje, sigues diciendo cosas. En este caso, la Luna, se me facilitó mucho el lenguaje abstracto porque, aunque visiblemente la percibimos, es una cuestión muy abstracta que es el Universo. 

PENSAR CON EL COLOR
Inicio con una idea de color, normalmente nunca hago bocetos, empiezo manchando la tela, y la mancha me va sugiriendo cosas. Se inicia un diálogo entre la tela y yo, es como si digo algo y la tela me contesta, así voy transmitiendo el mensaje y se va creando la obra.

FIGURA Y ABSTRACCIÓN
Cuando pinto figurativo, que lo sigo haciendo, de una manera retomo lo que sé, la figura no es tan lineal, se confunde con el plano y los fondos, creo que ahí es donde puedo combinar los dos lenguajes. La comunicación actual no es tan directa como la figurativa, hay que leerla de otra manera, yo siento que sí se puede combinar ambos lenguajes en ciertos planos.

IMPREGNARSE DE VER
Las fases de la Luna son verdaderamente espectaculares, y fue una oportunidad observarla más en este ejercicio de pintarla, porque es algo que normalmente no hago tanto, y en esta ocasión me levantaba  muy temprano, en la madrugada para observarla, la estuve viendo en diferentes momentos. Sobre todo tengo un recuerdo muy vívido de la última vez que me puse a observar la Luna, estaba frente al mar, y este sentimiento de la noche y el mar fue el inicio que tuve como modelo. La Luna es muy fría y desde este punto los colores estuvieron planteados con gama de azules, de platas. Siento y he visto que todos días y las cosas tienen un color, entonces las emociones también se pueden poner en color. 

LA LUNA DE LUISA DE NORIEGA
Cuando comencé a trabajar la Luna, lo primero que pensé fue “quiero poner en este cuadro la sensación que me da la Luna”.  Al observarla sentí que nos hemos acostumbrado muchísimo a que la Luna está ahí siempre y que la damos por hecho, pero es un espectáculo y es increíble observarla. Encontré un poema  de Jaime Sabines que habla sobre la Luna, de cómo sirve para diferentes afecciones o que puede ser un remedio para distintas cosas, que se le puede dar a los niños cuando no pueden dormir o se le puede dar a los ancianos para bien morir. Es como si la Luna nos diera ciertas dosis y sentí  que tenía mucho que ver en la forma que empezaba a pintar este cuadro, porque cuando volteaba a mirar la Luna con un instante, con un momento muy corto de estarla observando, tenía suficiente información. La Luna nos da dosis grandes de una emoción y es lo que finalmente intenté plasmar, la emoción que me produce esta Luna es lo que está en este cuadro. La pintura abstracta es plasmar esta experiencia, es plasmar esta cuestión que tienes dentro sobre interpretar tal o cual cosa.

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo, crayón de cera, bolígrafo y óleo pastel sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




Inició como pintora figurativa y al estudiar la maestría en la Academia de San Carlos, el maestro Javier Anzures le pidió que olvidara todo lo que había aprendido hasta ese momento, así encontró un lenguaje propio con el que sigue trabajando. 

martes, 4 de octubre de 2016

MILENIO DIARIO: "El Quijote Reimaginado" de Eko se presenta en Guanajuato

La imagen del Quijote se ha mantenido a lo largo de cuatro siglos, inventada a partir de unos cuantos trazos descritos por Cervantes, lo que debió generar una enorme diversidad de reinterpretaciones, pero no se ha dado, en palabras de la crítica Avelina Lésper, quien junto con el artista Eko llegaron al Festival Internacional Cervantino (FIC) para ofrecer la conferencia El Quijote Reimaginado, que tiene su reflejo en una exposición albergada por el Museo Iconográfico del Quijote.

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lunes, 3 de octubre de 2016

Carlos Cortés

“El arte es una granada que te estalla en la mano”

Ignativs / Óleo y cera lacre sobre tela / 132 x 132 cm / 2016

CARLOS CORTÉS 
Por Avelina Lésper

Su estudio está habitado por arte y objetos extraños, inesperados, que se incorporan a su pintura en símbolos. 

OBSERVAR Y COMPRENDER
Desde niño observaba muchísimo, me callaba y nada más estaba viendo a las personas, cada mirada, cada cosa, detectando, evidentemente no sabía para qué me servía y ni siquiera lo hacía conscientemente. Ahora me doy cuenta para qué sirve: cuando estoy pintando alguna pieza tengo la pretensión de saber qué es lo que estoy haciendo; pero otras veces la pintura se va sola. Le empiezo a poner símbolos, estos elementos que llamo de impacto, y entonces comienzo a echar cabeza, y veo que no son gratis, y digo “claro, es que esto vino por esto otro, y esto por esto otro”. Es cuando me viene la satisfacción de pintar, porque pintar por pintar no me causa satisfacción. Me da satisfacción el entender qué es lo que estoy pintando.

IMPACTO Y ARTE 
Los objetos que incorporo en mi obra significan algo, creo fervientemente en que la manera en que maquina mi cabeza encontrará eco en otras personas que puedan ver mis cosas y que ellos entenderán por qué lo hice y, si no, que al menos le den otra lectura completamente diferente, pero que les llame. El arte en general es como una granada que te estalla en la mano, que de las esquirlas alcanza a cualquier cantidad de personajes insospechados, pero que esta onda de impacto te alcance con una sonrisa. Que tú estés viendo algo que verdaderamente te deje herido, pero te deje pensando.

EL SÍMBOLO REAL
Sueño bastante, casi siempre son persecuciones. Me levanto y lo apunto. Mis sueños se quedan en el mundo de lo onírico, no los llevo a la pintura. Desde la realidad es mi ficción, desde cosas que verdaderamente han sucedido, de los lutos cotidianos, de la agonía del amor, de las traiciones. Lo que yo quería era hacer cine, estudié cine, pero entonces me encontré con la pintura y me di cuenta que podía hacer cine en un cuadro, podía narrar historias. Luego entré a talleres de literatura, porque quería narrar algo, de eso estaba seguro, no sabía qué ni cómo. Algo me estaba sucediendo porque yo era observador y me sucedían muchas cosas adentro, muchas cosas de las que quedan afuera, las veía, las decodificaba y eso lo tenía que vomitar de alguna manera.

LA LUNA DE CARLOS
Me pareció fascinante el tema del Sol, porque me manejo más en el lado de la Luna, mi vida se sucede más por la noche, me pareció interesantísimo porque he estado trabajando con el elemento Fuego. He tenido fascinación por la figura de Ícaro, que juega con Fuego, a pesar de la advertencia se acerca al Sol, pierde las alas y cae estrepitosamente. Veo también al Fénix que renace, es un juego circular, si volteamos la pintura en lugar de estar cayendo está levitando. Esa dualidad de discursos era lo que quería plantear junto con Ícaro, no es el Sol, él quiere jugar con fuego, se quiere quemar para caer y luego levantarse, y experimentar con algo prohibido para él y su destino es hacerlo. La granada es el Sol, le llamaban la fruta del dragón, pero he pensado que es una fruta de sangre. El Sol está partido con una fruta de sangre que sirve como el brote vital del personaje, es su corazón. Es un autorretrato, con sus tentaciones o con sus demonios, no sé, pero es algo que lo impulsa a ser eso que no debe de hacer para luego reconstruirse.

Sin título (Periódico intervenido) / Óleo sobre papel (Diario Extra) / 41 x 28 cm / 2016




La iniciación en los símbolos fue dentro de su familia y su formación religiosa, más tarde comenzó a ver que en cualquier elemento, fruta, objeto, hay una simbología. Eso lo enseñó a ver prodigios, como a Minos blanco, solitario en el campo, mirándolo a los ojos.